En este momento siento la grandiosa necesidad de permitir que las palabras fluyan de mi alma y se plasmen a través de mis manos en este lugar del espacio. Hace un momento recibí el regalo de sentir lo que una de mis más cercanas amigas me transmitió a través de sus palabras y realmente es un sentimiento muy bonito.
Para ponerlos en contexto, hace un par de semanas me compartieron un ejercicio espiritual para ayudarme a definir mi camino, mis objetivos y mi dirección en la vida. Esta dinámica consistió en pedirle a una persona de tu elección, alguien que te conozca muy bien, que escriba un obituario sobre ti.
¿Para qué?
Para tener una foto instantánea de ti mismo.
Oh sorpresa, fue un ejercicio más especial de lo que me hubiera imaginado. Por un lado, me ayuda a darme cuenta de las cosas positivas y el impacto que mis acciones o palabras tienen sobre la vida de otras personas. Y eso me hace ver la importancia de tener consciencia de uno mismo.
Todos impactamos a las personas, positiva o negativamente, los impulsamos y levantamos para que luchen y logren sus sueños. ¡Qué cosa tan más maravillosa!
Pero por otro lado también tenemos la capacidad de romper sus sueños, tumbarlos cuando se están cayendo o lastimarlos profundamente.
¿Tú qué decides?
¿Qué tipo de persona quieres ser?
¿Qué influencia quieres tener sobre las personas?
¿Cómo quieres que sea tu huella en el camino de tu vida?
Cualquiera que sea tu decisión, está bien. Tú sabrás por qué lo eliges. Siempre y cuando tomes la decisión con consciencia y certeza de que ese es tu camino.
A mi amiga, gracias. Tus palabras me llegaron al corazón.
A la personita que me aconsejó ese ejercicio, gracias por tu compromiso de ayudarnos en nuestros caminos.
¡Nos vemos en la siguiente publicación!
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